La Navidad 2019 ya está aquí y, con ella, la enésima temporada alta y prueba de fuego para uno de los pulmones económicos de la provincia de Alicante: el sector del turrón. La industria turronera, al igual que la turística, trata de huir de las etiquetas para convertirse en un producto para 365 días. Pero, por mucho que se reinvente y encuentre fórmulas para aportar valor más allá de sus fechas estrella, la llegada de las últimas semanas del año siempre se vive con mayor intensidad en uno de los principales clústeres del dulce en toda España.
El sector del turrón en Alicante está determinado por el respeto a la tradición y la veneración al producto en localidades como Jijona, cuna de la industria. De hecho, no cualquier turrón puede ser considerado alicantino: según el Consejo Regulador de Jijona y Turrón de Alicante, solo podrá distinguirse como propio de la denominación de origen aquel que contenga, al menos, un 46% de almendra pura en su composición. Innegociable.
La industria, en su conjunto, es mucho más que unas pautas para la receta. El sector del turrón es un clúster de producción y empleo para miles de familias y decenas de empresas de toda la provincia. Según los datos proporcionados por el Consejo Regulador de la IGP Jijona y Alicante (pertenecientes a los ejercicios 2016 y 2017, últimos disponibles) el volumen de negocio del sector ascendió a 161 millones de euros.
Pero el sector del turrón quiere más. Además de su volumen de negocio o de las 4.000 personas a las que da trabajo en cada campaña, el clúster de turrones es optimista. Atrás quedaron los años aciagos que sucedieron a la crisis económica, y ahora la perspectiva es de crecimiento. César Soler, presidente del Consejo Regulador, así lo expresó en la última Gala del Turrón.
En ella, Soler cifró las expectativas para el sector del que es una de las cabezas visibles: crecer un 5%. La internacionalización, la venta por internet y la innovación abanderan el crecimiento de una denominación de origen que tratará de sortear todos los obstáculos -como los nuevos aranceles en Estados Unidos– para mantener la buena salud de un sector que, por supuesto, también afronta nuevos retos.
Puente de diciembre: la fecha clave
La llegada de la Navidad puede anticiparse por medio de distintos indicadores sin necesidad de mirar al calendario. Pasado el Día de Todos los Santos, la televisión empieza a emitir anuncios de juguetes. Las elecciones del 10N quizá retrasasen la llegada del ruido navideño, pero con el parón de las ligas de fútbol para los partidos de selecciones nacionales llegó el momento definitivo: la cuenta atrás. Desde hace ya más de una década, otra de esas reconocibles señales llega desde Jijona.
El 5 de diciembre se inauguró la XI Feria de Navidad de Xixona, día marcado en rojo en el calendario jijonenco. Más de un centenar de empresas se reúnen para ofrecer al mundo sus dulces productos navideños en un evento que, durante tres días, se convierte según la organización en “quizás la mayor exhibición de dulces navideños del mundo”.
Un evento que ha alcanzado una magnitud tal que, en su inauguración, contó con la presencia y participación de Ximo Puig, presidente de la Generalitat Valenciana, y otras muchas figuras de la primera plana política y empresarial a nivel autonómico. Tres dulces días con los que las empresas locales sacan músculo a base de tradición e innovación para presentar sus cartas antes de la llegada de una nueva temporada navideña.
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